Intel: Un cambio de rumbo estratégico que fortalece su unidad de redes

La estrategia de Intel da un giro inesperado. El gigante de los semiconductores ha decidido mantener su división de redes y computación periférica (NEX), descartando definitivamente los planes de venta que se habían especulado durante meses. Esta decisión, anunciada oficialmente el viernes, apuesta por la integración y el crecimiento sinérgico en lugar de por la desinversión, un movimiento que ha sido posible gracias a una inyección de capital que ha aliviado considerablemente su presión financiera. Mientras la cotización se acerca a sus máximos anuales, los inversores se preguntan si la valoración actual ya descuenta con exceso este reposicionamiento.

La capacidad de Intel para renunciar a los ingresos que hubiera generado una venta se explica por una posición de liquidez notablemente reforzada. Varias inversiones estratégicas externas han proporcionado al conglomerado el margen de maniobra necesario para actuar por convicción estratégica y no por necesidad urgente. Los flujos de capital que han permitido este cambio de planes son cuantiosos:

• Una inversión directa de 8.900 millones de dólares por parte del gobierno de Estados Unidos.
• Una inyección de capital de 5.000 millones de dólares procedente de Nvidia.
• Una aportación de 2.000 millones de dólares de SoftBank.

Este colchón financiero ha permitido a la compañía trasladar su prioridad desde la liquidación de activos hacia la búsqueda de un crecimiento integrado y con mayor valor añadido.

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NEX se integra en el núcleo del negocio de IA

La unidad "Networking and Edge" (NEX), que generó aproximadamente 5.800 millones de dólares en ingresos durante 2024 (alrededor de un 11% del total del grupo), no será enajenada. En su lugar, la dirección planea una integración más profunda con las operaciones centrales de Intel.

El objetivo estratégico es claro: combinar estas tecnologías de red con las iniciativas propias de semiconductores y software para poder ofrecer soluciones completas para centros de datos de inteligencia artificial e infraestructuras periféricas (edge). Esta decisión, además, garantiza la estabilidad operativa y preserva los puestos de trabajo en centros de desarrollo clave.

Una revalorización bursátil que desafía el consenso

Los mercados han acogido con beneplácito la claridad estratégica y el fin de la incertidumbre sobre la estructura corporativa. La acción de Intel ha registrado una subida superior al 84% desde comienzos de año, una recuperación destacable que la sitúa en los 36,31 EUR, muy cerca de su máximo anual de 52 semanas, establecido en 37,52 EUR.

Sin embargo, esta rally contrasta con la cautela que aún mantienen muchos analistas. El precio objetivo promedio consensuado por los expertos se mantiene por debajo de los niveles de cotización actuales, lo que sugiere un riesgo potencial de corrección. Parece que el mercado está anticipando que los beneficios de la integración de NEX llegarán más rápido de lo que predicen los modelos más conservadores. Con esta decisión, Intel cierra una etapa de dudas y concentra todos sus esfuerzos en la ejecución operativa dentro del competitivo sector de la inteligencia artificial.

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