Intel recibe un doble impulso regulatorio y tecnológico

La semana arranca con un viento claramente favorable para Intel. La compañía ha obtenido dos avances cruciales casi de forma simultánea: la autorización regulatoria en Estados Unidos para la inversión estratégica de Nvidia y la confirmación de un hito tecnológico clave con ASML. El mercado ha acogido positivamente las noticias, llevando la cotización a niveles cercanos a sus máximos intradía.

Aunque el optimismo es palpable, los analistas mantienen una visión cautelosa. El consenso de precio objetivo se sitúa en 34,84 dólares, por debajo del nivel actual de negociación. El motivo principal de esta prudencia es un desafío pendiente para 2026: Intel debe demostrar que su división de fabricación por contrato (foundry) puede atraer a grandes clientes externos. Hasta la fecha, la falta de un cliente de referencia para sus nodos de producción más avanzados, el 18A o el 14A, genera dudas sobre el retorno de las cuantiosas inversiones realizadas.

Este contexto hace que los recientes anuncios sean aún más significativos, pues apuntalan la credibilidad del plan a largo plazo.

Luz verde de la FTC para la alianza con Nvidia

La incertidumbre regulatoria se ha disipado. La Comisión Federal de Comercio (FTC) de Estados Unidos ha dado su aprobación definitiva, sin imponer condiciones, a la inversión de 5.000 millones de dólares que Nvidia planea realizar en Intel. Esta decisión, anunciada el 19 de diciembre, elimina el último obstáculo administrativo para la materialización del acuerdo.

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La colaboración se centrará en integrar la tecnología gráfica RTX de Nvidia en las futuras generaciones de procesadores de Intel, destinados tanto a ordenadores personales como a centros de datos. Ambas empresas han enmarcado esta alianza como un esfuerzo por fortalecer la cadena de suministro de semiconductores dentro de Estados Unidos, subrayando el objetivo de una mayor autonomía tecnológica.

Éxito en las pruebas del equipamiento de vanguardia de ASML

En paralelo al visto bueno regulatorio, Intel ha comunicado un logro técnico de primer orden. En colaboración con el centro de investigación Imec, la compañía ha completado con éxito las pruebas de aceptación del scanner High-NA EUV de ASML. Los resultados han sido contundentes: el equipo alcanzó un rendimiento de 175 obleas por hora, manteniendo una precisión de superposición (overlay) de 0,7 nanómetros.

Esta máquina de litografía de última generación es un componente fundamental para la hoja de ruta tecnológica de Intel, siendo crítica para la futura producción de chips en el nodo 14A y más allá. La validación exitosa confirma que la empresa está en condiciones de cumplir con su ambicioso calendario de desarrollo.

El interés institucional refleja la confianza renovada

El impacto de estos progresos ya es visible entre los grandes inversores. Los datos más recientes muestran movimientos alcistas notables. Por ejemplo, Flputnam Investment Management incrementó su posición en Intel durante el tercer trimestre de 2025 en un extraordinario 709,7%, hasta alcanzar las 166.134 acciones. Otras firmas, como Brighton Jones LLC, también aumentaron su exposición, en este caso en un 25,9%.

Este renovado apetito institucional no es casual. La acción de Intel ha protagonizado una notable recuperación en el año en curso, con una revalorización aproximada del 86%. Detrás de este repunte se encuentran varios catalizadores: el liderazgo del nuevo CEO Lip-Bu Tan (en el cargo desde marzo de 2025), los significativos fondos recibidos gracias a la Ley CHIPS (9.000 millones de dólares) y, ahora, la materialización de la estratégica inversión de Nvidia.

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