Wolfspeed: Una carrera contrarreloj para salvar el negocio

Perspectivas que generan alarma

El panorama inmediato no resulta más alentador. La dirección de Wolfspeed ha proporcionado unas estimaciones para el trimestre en curso que han sembrado inquietud entre los inversores. El pronóstico de ingresos se sitúa en un rango de entre 150 y 190 millones de dólares, lo que supone un retroso significativo. Este descenso se atribuye a que los clientes realizaron compras anticipadas, mientras que la debilidad general de los mercados persiste.

• Pérdida GAAP por acción: -4,12 dólares (-2,23 dólares en el trimestre anterior)
• Ingresos totales: 196,8 millones de dólares (incremento del 1,1%)
• Segmento Power Products: 131,8 millones de dólares (crecimiento del 35,7%)
• Reservas de efectivo: 926 millones de dólares (frente a 1,69 mil millones el año pasado)

El coste de la reestructuración

El deterioro de los márgenes evidencia la profundidad de los problemas. La margen GAAP se desplomó hasta un negativo 39%, después de haber estado en el -19% en el ejercicio anterior. Incluso el margen no GAAP ha entrado en territorio negativo. Detrás de esta sangría se encuentran unos costes por subutilización de las fábricas que alcanzaron los 47 millones de dólares, casi el doble que los registrados hace un año.

Sin embargo, el proceso de reestructuración bajo el Capítulo 11 ha dejado también algunos aspectos positivos. Si se excluyen los efectos extraordinarios de la bancarrota, la pérdida por acción se habría reducido a 0,55 dólares. La renegociación ha permitido, además, un recorte de la deuda del 70% y una disminución del 60% en los gastos financieros por intereses.

Power Products emerge como tabla de salvación

En este escenario desfavorable, el segmento de Power Products se erige como el principal bastión de resistencia. Esta división experimentó un vigoroso crecimiento del 35,7%, alcanzando unos ingresos de 131,8 millones de dólares. La fábrica de Mohawk Valley ha sido clave en este desempeño, casi duplicando su facturación hasta contribuir con 97 millones de dólares. Este avance contrasta con el desplome del negocio de materiales, que se contrajo en un tercio.

Una reciente alianza estratégica con la empresa china Hopewind, especialista en energía eólica, podría inyectar nuevo dinamismo. El proyecto conjunto promete alcanzar hasta un 38% más de densidad de potencia, lo que representaría un hito tecnológico significativo.

La situación de liquidez refleja la presión constante. Las reservas de efectivo se han reducido hasta los 926 millones de dólares. Aunque la empresa ha superado formalmente la bancarrota, el camino hacia la rentabilidad se presenta largo y lleno de obstáculos. La supervivencia de Wolfspeed depende ahora de su capacidad para consolidar esta frágil recuperación.

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