Tesla en la Mira Regulatoria: California Exige Cambios en su Publicidad

La acción de Tesla ha vivido una semana de fuertes contrastes. Trascendiendo un máximo histórico el martes, el título sufrió una corrección del 4,6% durante la sesión del miércoles. Este movimiento se produjo en un contexto de presión regulatoria desde un mercado clave y de cierta tensión generalizada en el sector de la inteligencia artificial.

El Departamento de Vehículos a Motor de California (DMV) ha emitido un requerimiento formal a Tesla. La compañía dispone de un plazo de 60 días para modificar la forma en que promociona sus sistemas de asistencia a la conducción. De no cumplir, se enfrenta a la suspensión de su licencia para vender vehículos en el estado durante 30 días. Esta decisión ratifica una resolución judicial administrativa del pasado mes de noviembre.

La autoridad californiana alega que Tesla infringe la ley estatal al emplear términos como "Capacidad de Conducción Autónoma Total" y "Piloto Automático" para describir funcionalidades que, en su criterio, no constituyen una autonomía real. No obstante, analistas de Goldman Sachs consideran improbable una interrupción significativa de las operaciones, recordando que la firma ya ha adaptado su terminología en el pasado ante presiones similares.

La Brecha en la Valoración se Acrecienta

La capitalización bursátil de Tesla refleja cada vez menos su negocio automovilístico tradicional. Según estimaciones de William Blair, el valor fundamental del negocio central de fabricación de vehículos se situaría entre 30 y 40 dólares por acción. En la actualidad, más del 70% de la valoración total de la empresa se atribuye a su división de tecnología autónoma. Curiosamente, el segmento de almacenamiento energético ha alcanzado un valor comparable al del propio negocio del automóvil.

Con un ratio precio-beneficio superior a 320, está claro que el mercado no valora a Tesla como un fabricante de coches convencional. "Los inversores miran a Tesla a través del lente de la autonomía y la energía, no mediante las métricas tradicionales del automóvil", explica Jed Dorsheimer, analista de William Blair.

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Avances en el Proyecto Robotaxi y Reacciones de los Analistas

Paralelamente a estos desafíos regulatorios, Tesla continúa avanzando en su tecnología de conducción autónoma. En Austin, Texas, la compañía ya realiza pruebas con robotaxis completamente autónomos, sin la presencia de un conductor de seguridad en el interior. Elon Musk, su consejero delegado, ha anunciado el objetivo de desplegar 500 de estos vehículos en Austin y 1.000 en Silicon Valley para finales de este año.

Estos progresos han influido en las recomendaciones de algunas firmas. Mizuho elevó su precio objetivo para la acción de 475 a 530 dólares, basándose en estudios que indican que el software de Tesla opera sin intervención del conductor más del 99% del tiempo. Por su parte, Wedbush mantiene su objetivo alcista de 600 dólares, subrayando que Tesla está dando "pasos significativos en su camino hacia la revolución de la IA, con la autonomía y la robótica como centro de su estrategia para 2026".

Una Voz de Precaución desde Morgan Stanley

Sin embargo, no todas las perspectivas son igualmente optimistas. A principios de diciembre, Morgan Stanley rebajó su recomendación sobre la acción por primera vez en dos años, pasando de "Sobreponderar" a "Neutral". El analista Andrew Percoco recortó sus expectativas de ventas para 2026 en un 10,5% y sus previsiones de entregas acumuladas hasta 2040 en un 18,5%.

Percoco justificó este movimiento citando la intensificación de la competencia en los mercados globales y los riesgos de ejecución asociados a los proyectos de robotaxis y robots humanoides. El analista advirtió de un "entorno de negociación accidentado" en los próximos doce meses, señalando que los catalizadores positivos para los negocios no relacionados con el automóvil ya estarían descontados en el precio.

Tras la corrección, la acción mostraba signos de recuperación en la negociación previa a la apertura del jueves. A pesar de un avance de aproximadamente el 47% en los últimos seis meses, el desempeño anual de Tesla sigue quedando por detrás del índice Nasdaq. Con una capitalización de mercado que supera los 1,5 billones de dólares, la valoración de la compañía encapsula, sobre todo, la expectativa de su transformación en un líder de la inteligencia artificial y la robótica.

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