SunHydrogen: Una pérdida millonaria en su apuesta por el hidrógeno

La compañía emergente SunHydrogen, focalizada en tecnologías de hidrógeno, ha reportado una significativa mejora en su resultado neto para el tercer trimestre, reduciendo sus pérdidas a 1,56 millones de dólares. No obstante, este avance queda completamente ensombrecido por una noticia devastadora: la empresa se ha visto forzada a dar por perdida la totalidad de su inversión de 10,1 millones de dólares en su socio noruego, TECO 2030 ASA. La causa directa de esta baja contable ha sido la declaración de insolvencia y la posterior salida de bolsa de la empresa nórdica. Este revés plantea una interrogante crucial para los inversores: ¿podrá SunHydrogen mantener su rumbo tras este golpe o se avecina una nueva crisis?

La actividad en I+D de SunHydrogen no conoce pausa. La empresa está inmersa en el desarrollo acelerado de su tecnología para producir hidrógeno utilizando directamente energía solar. Este impulso tiene un precio muy concreto: los gastos en investigación y desarrollo se dispararon un 97% interanual, alcanzando los 1,20 millones de dólares. La estrategia tecnológica es doble, combinando el uso de nanopartículas con desarrollos en tecnología de capa fina. Este despliegue ha llevado a una inmediata expansión de sus instalaciones de laboratorio en Iowa para incrementar su capacidad.

El ritmo operativo es febril. Los gastos generales de funcionamiento de la compañía experimentaron un aumento del 85%, situándose en 1,92 millones de dólares. Sin embargo, este intenso trabajo en el laboratorio contrasta con la casi nula generación de ingresos. SunHydrogen apenas registró 1.250 dólares en concepto de servicios de consultoría, una cifra irrisoria frente a la magnitud de sus desembolsos.

Las reservas de efectivo, bajo presión

En el capítulo financiero, SunHydrogen aún cuenta con un colchón de liquidez que parece sólido a primera vista: dispone de 33,5 millones de dólares en efectivo y cerca de 2 millones más en inversiones a corto plazo en bonos del Tesoro, sumando un total de 35,4 millones de dólares. Su capital circulante se mantiene en un nivel holgado de 34,8 millones de dólares.

Pero una mirada más detallada a los flujos de caja revela una tendencia preocupante. La quema de caja operativa se incrementó en un 69%, llegando a 1,19 millones de dólares por trimestre. A esto se suma el desembolso de un millón de dólares destinado a la recompra de acciones preferentes propias. Con este ritmo de gasto, el margen de tiempo hasta que la compañía necesite una nueva inyección de capital se reduce peligrosamente. La amenaza de una dilución futura para los accionistas actuales es real, dado el enorme número de acciones en circulación (5.440 millones) y la existencia de más de mil millones de acciones potenciales adicionales procedentes de opciones y bonos convertibles.

Una chispa de esperanza en el horizonte

Un destello de optimismo surgió durante la World Hydrogen Technology Expo celebrada en Hamburgo a finales de octubre. Allí, SunHydrogen logró captar la atención de importantes actores industriales y potenciales socios al exhibir sistemas funcionales de producción de hidrógeno en directo. Tim Young, Consejero Delegado de la empresa, señaló el creciente interés por parte de gobiernos europeos, como el de Cataluña, y de entidades de Oriente Medio.

La firma ya cuenta con acuerdos de colaboración con Honda R&D y CTF Solar, y tiene en marcha el proyecto de una planta demostrativa de 30 metros cuadrados en Austin, Texas. Su visión no ha cambiado: lograr la producción directa de hidrógeno a partir de la luz solar y el agua, eliminando la necesidad de electrolizadores separados. Un informe de Goldman Sachs avala el potencial del sector, estimando que el mercado del hidrógeno verde podría superar el billón de dólares anuales para 2050.

Cuestiones de gobierno corporativo y gestión

Sin embargo, la debacle de la inversión en TECO 2030 ASA ha sacado a la luz serias dudas sobre la gestión del capital. Resulta especialmente chocante que Tim Young formara parte del consejo de administración de la empresa noruega desde enero de 2023 y, aun con esa posición de supervisión, no se pudiera evitar la pérdida total de los 10,1 millones de dólares.

Además, SunHydrogen ha reconocido abiertamente una deficiencia crítica en su control financiero interno: la falta de segregación de funciones, ya que el CEO acumula también la máxima responsabilidad en las áreas financiera y contable.

La encrucijada para SunHydrogen es clara. Más allá del entusiasmo por su tecnología disruptiva, la compañía se enfrenta a una carrera contra el reloj para demostrar su viabilidad comercial y generar ingresos reales antes de que su financiación se agote y el crédito de los inversores desaparezca por completo.

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