Petrobras avanza en su transición energética con una nueva alianza solar

Mientras la industria energética global navega por aguas turbulentas, la brasileña Petrobras avanza con paso firme en su estrategia dual. La estatal petrolera ha concretado una inversión significativa en energía solar y, al mismo tiempo, consolida sus operaciones marítimas tradicionales, proyectando una imagen de estabilidad en un momento de incertidumbre para algunos de sus competidores.

En un movimiento alineado con sus objetivos de diversificación, Petrobras ha adquirido una participación del 49,9% en las filiales brasileñas de la empresa Lightsource bp. Este acuerdo le otorga una posición en un portafolio de activos que incluye la planta solar operativa Milagres, de 212 megavatios de capacidad, ubicada en el estado de Ceará.

Además, la compañía obtiene acceso a una cartera de proyectos en desarrollo con una capacidad combinada de aproximadamente 1,5 gigavatios. Entre los proyectos planificados se encuentran:
- Bom Lugar (216,7 MW)
- Floresta (557 MW)
- Rio Branco (405 MW)

Aunque la empresa ha calificado el impacto financiero de esta transacción como "no material", representa un hito concreto en su camino hacia la meta de invertir 1.800 millones de dólares en energía eólica y solar para el año 2030. La alianza fusiona la extensa experiencia internacional de Lightsource bp en desarrollo de proyectos con el profundo conocimiento local y la capilaridad de Petrobras en Brasil.

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Consolidación en el negocio offshore

Paralelamente a su incursión en renovables, Petrobras refuerza el pilar fundamental de su negocio. La corporación ha extendido siete contratos con la noruega DOF Group, por un valor total que supera los 160 millones de dólares.

Según los nuevos términos, cinco remolcadores de alta mar continuarán prestando servicios hasta inicios de 2027, mientras que dos buques de investigación lo harán hasta fines de 2026. Estas renovaciones son un indicador claro de la actividad sostenida en los estratégicos campos presalinos de Brasil, que constituyen el núcleo de la producción de Petrobras.

El dividendo: un foco para los inversores

La atención de los accionistas está puesta en el calendario de dividendos. La fecha clave es el 26 de diciembre de 2025, que marca el fin del período para tener derecho al pago. Petrobras ofrece una atractiva rentabilidad por dividendo cercana al 18,5%, respaldada por una política de distribución del 56% de sus ganancias. El desembolso efectivo se realizará el 27 de marzo de 2026, un evento que tradicionalmente incrementa el volumen de negociación de las acciones en las sesiones previas.

El contexto del mercado parece favorable para la compañía. Recientes tensiones geopolíticas relacionadas con sanciones a petroleros venezolanos impulsaron el precio del crudo, registrando una subida intradía de alrededor del 1,5%. Este escenario contrasta con las noticias que afectan a otros gigantes del sector, como BP, que hoy enfrenta una crisis de liderazgo tras la salida de su director ejecutivo, Murray Auchincloss.

La doble estrategia de Petrobras —generar fuertes flujos de caja a partir del petróleo mientras expande gradualmente su presencia en energías renovables— busca mitigar los riesgos asociados a la transición energética sin comprometer la rentabilidad a corto plazo. Los analistas observarán ahora la velocidad de integración de los nuevos activos solares y esperan más detalles sobre el plan de 13.000 millones de dólares destinado a tecnologías limpias para esta década.

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