Oracle: ¿Oportunidad o espejismo en medio del desplome?

La acción de Oracle, que hasta hace poco era una de las grandes beneficiarias del auge de la inteligencia artificial, enfrenta ahora un cambio de escenario radical. Los recortes en los objetivos de precio y la creciente preocupación por su dependencia de clientes clave han sustituido a los máximos históricos. Con el valor en caída libre, los inversores se preguntan si se ha desvanecido el sueño de las ganancias o si, por el contrario, se presenta una ocasión única para comprar.

Mientras el mercado observa con recelo, los indicadores financieros muestran señales alarmantes. La estructura del balance está bajo una lupa cada vez más potente. Los costes para cubrir posibles impagos se han triplicado recientemente, lo que el mercado crediticio interpreta como un claro aumento del riesgo.

La raíz del problema parece ser la descomunal necesidad de capital en la carrera por la IA. Oracle tiene previsto invertir aproximadamente 35.000 millones de dólares en infraestructura durante su año fiscal 2026. Esta cifra representa un incremento del 70% respecto al ejercicio anterior. El impacto en la liquidez es ya tangible: en el primer trimestre, el flujo de caja libre cayó a un territorio negativo, registrando -362 millones de dólares.

Los analistas actúan con decisión

La firma de inversión D.A. Davidson ha sido la causante de un jarro de agua fría entre los accionistas. Sus analistas han realizado un recorte drástico en su precio objetivo para Oracle, reduciéndolo desde los 300 hasta los 200 dólares por acción.

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El motivo principal de esta severa medida es un riesgo de concentración excesiva. Una parte enorme de los compromisos futuros de la compañía depende de un único cliente: OpenAI. Esta dependencia extrema está generando nerviosismo entre los inversores institucionales. Cualquier desaceleración en la demanda del pionero de la IA podría dejar las proyecciones de crecimiento de Oracle sin una base sólida, un riesgo que el mercado está empezando a descontar de forma agresiva.

El pesimismo se apodera del mercado

La reacción de los inversores no se ha hecho esperar: la venta es la protagonista. Incluso noticias teóricamente positivas, como el anuncio de un nuevo supercluster de IA en Abu Dabi, han perdido toda capacidad para impulsar el precio. El temor a una posible "burbuja de la inteligencia artificial" campa a sus anchas.

Los gráficos reflejan el desastre sin ambages: en un plazo de 30 días, el valor de la acción se ha desplomado casi un 32%, cotizando ya muy por debajo de su media móvil de 200 días, un nivel clave para el análisis técnico a largo plazo.

Para empeorar el panorama, el macroproyecto "Stargate", que Oracle desarrolla junto a Nvidia, podría enfrentar un escrutinio adicional por parte de los organismos reguladores. A la espera de los próximos resultados trimestrales, previstos para el 8 de diciembre, la prioridad para muchos ha pasado de la búsqueda del crecimiento a la simple preservación del capital.

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