Oracle: La apuesta de Wall Street por su despegue en la inteligencia artificial

La cotización de Oracle se encuentra en un momento decisivo. Tras una corrección que la sitúa más de un 33% por debajo de su máximo anual, la atención del mercado financiero se concentra en el informe trimestral que la compañía desvelará el próximo 10 de diciembre. El foco no estará únicamente en los resultados habituales, sino en un indicador concreto: el colosal volumen de pedidos pendientes, impulsado por su agresiva incursión en la infraestructura de cloud para IA.

El motor de la narrativa actual sobre Oracle es su transición hacia la provisión de capacidad de computación para inteligencia artificial. En el trimestre anterior, la firma sorprendió al revelar que sus "obligaciones de desempeño restantes" (RPO) se habían disparado un 359%, alcanzando la cifra de 455.000 millones de dólares. Este salto fue atribuido a megacontratos de infraestructura cloud.

Las expectativas para el cierre del segundo trimestre fiscal son aún mayores. Analistas de Citigroup anticipan que el backlog de pedidos podría haber escalado hasta los 600.000 millones de dólares. Esta proyección optimista se sustenta, en gran medida, en la reportada asociación con OpenAI, valorada en 300.000 millones de dólares, y en la continua demanda de otros gigantes tecnológicos como Meta y Nvidia.

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El desafío de convertir expectativa en rentabilidad

A pesar del retroceso bursátil, que llevó la acción a cerrar en 186,90 EUR, la valoración de Oracle sigue siendo elevada. Su ratio precio-ventas (KUV) ronda el 8, muy por encima del promedio del sector, situado en 3,4. Esto refleja que el mercado ya ha descontado un crecimiento sustancial en sus precios.

No obstante, los inversores son conscientes de los riesgos. La construcción de los centros de datos necesarios para cumplir con estos compromisos requiere un gasto de capital (CapEx) monumental. Este contexto llevó a Citigroup a ajustar a la baja su precio objetivo, aunque mantuvo su recomendación de compra. El equilibrio entre el potencial explosivo de ingresos y la pesada carga financiera de la expansión es la clave.

Perspectivas para el anuncio de resultados

El consenso de Wall Street estima un beneficio por acción de aproximadamente 1,63 dólares para el trimestre, lo que supondría un aumento de casi un 11%. En cuanto a los ingresos, las previsiones apuntan a unos 16.150 millones de dólares.

Sin embargo, más crucial que estas cifras serán las orientaciones que ofrezca la dirección. Los accionistas buscan claridad sobre el calendario para convertir el enorme libro de pedidos en ingresos recurrentes. El ritmo del despliegue de infraestructura para OpenAI será un punto de atención primordial. La elevada actividad en el mercado de opciones, con más de dos millones de contratos abiertos, sugiere que los grandes actores se preparan para una sesión de alta volatilidad tras la publicación de los datos.

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