Oracle en la encrucijada: La pesada carga de financiar la revolución de la IA

La carrera por la supremacía en inteligencia artificial tiene un coste astronómico, y Oracle parece estar sintiendo todo su peso. Lo que en un principio se celebró como una alianza estratégica de primer nivel, ahora genera inquietud entre los accionistas, preocupados por la agresividad del plan de financiación que la compañía ha emprendido. La última noticia, que desencadenó una venta significativa de títulos el pasado viernes, gira en torno a un paquete crediticio colosal destinado a un proyecto faraónico con OpenAI.

Según reveló el diario Financial Times, Oracle y Vantage Data Centers están ultimando los detalles de un crédito de 38.000 millones de dólares. El objetivo final de esta inmensa suma es materializar la construcción de centros de datos a gran escala para OpenAI, específicamente para su iniciativa interna denominada "Stargate".

Los puntos clave que preocupan al mercado:

• La estructura del financiamiento recae directamente sobre Oracle y Vantage, no sobre OpenAI. Esto traslada el riesgo financiero a los balances de los proveedores de infraestructura.
• La potencia de cálculo objetivo se mide en gigavatios, necesarios para entrenar la próxima generación de modelos de la empresa de Sam Altman.
• Analistas de KeyBanc Capital Markets han proyectado que, para cumplir con sus compromisos con OpenAI, Oracle podría necesitar captar hasta 100.000 millones de dólares en un horizonte de cuatro años.

La reacción del mercado de valores fue inmediata: las acciones de Oracle cayeron desde los 205,29 dólares hasta los 201,44 dólares en la sesión del viernes.

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El lado oscuro de la apuesta por la nube y la IA

El contexto agrava la percepción. En septiembre, Oracle anunció un acuerdo cloud valorado en 300.000 millones de dólares con OpenAI, noticia que en su momento fue recibida con optimismo. Sin embargo, el ánimo ha dado un giro. Comienza a hablarse de una posible "burbuja de deuda por la IA", y Oracle se encuentra en el ojo del huracán.

El problema de fondo es la rentabilidad: los negocios de infraestructura en la nube suelen ofrecer márgenes operativos relativamente bajos. Las inversiones iniciales, descomunales en este caso, requieren años para amortizarse, mientras que los costes financieros por intereses comienzan a impactar desde el primer día. Esta dinámica hace que muchos inversores se pregunten si la estrategia será sostenible a largo plazo.

El gráfico técnico tampoco ofrece consuelo. Tras alcanzar máximos históricos en torno a los 345 dólares en septiembre, el valor ha experimentado una corrección pronunciada. El nivel de los 200 dólares por acción se perfila ahora como un soporte técnico crucial. Una ruptura firme por debajo de esta zona podría abrir la puerta a nuevas pérdidas.

Todo dependerá de las cifras del 8 de diciembre

La próxima cita clave está marcada en el calendario: el 8 de diciembre de 2025, después del cierre del mercado, Oracle publicará los resultados correspondientes a su segundo trimestre fiscal del año 2026. Las estimaciones consensuadas por los analistas apuntan a unos ingresos de aproximadamente 16.150 millones de dólares y un beneficio por acción de 1,63 dólares.

No obstante, la auténtica atención se centrará en otros indicadores. La comunidad inversora escrutará con lupa cualquier comentario de la dirección sobre la evolución de los márgenes del negocio cloud y los planes futuros de inversión de capital (capex). Si los resultados sugieren que el servicio de la deuda está erosionando el flujo de caja libre de manera alarmante, la presión vendedora actual podría intensificarse. Oracle se ha posicionado como un pilar fundamental para el desarrollo de la IA, pero el precio por ese liderazgo está resultando ser más elevado de lo que muchos esperaban.

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