Opendoor se enfrenta a un momento decisivo en su cotización bursátil

La firma tecnológica del sector inmobiliario, Opendoor, se prepara para uno de los anuncios más cruciales de su ejercicio. Esta misma tarde hará públicos sus resultados correspondientes al tercer trimestre de 2025, en un contexto marcado por pronósticos pesimistas que anticipan una contracción próxima al 40% en sus ingresos. La presión sobre el valor es palpable en el mercado, donde los inversores temen una nueva caída tras la publicación de las cifras.

En un movimiento estratégico poco convencional, la compañía ha decidido transformar su formato de comunicación financiera. Sustituyendo las tradicionales conferencias con analistas, Opendoor implementará su "Financial Open House", un evento que será transmitido en directo a través de Robinhood, X y YouTube. Lo más destacable es que los accionistas minoristas podrán dirigir sus preguntas directamente al equipo directivo, un acceso que históricamente había estado reservado exclusivamente a los analistas de Wall Street.

Esta apuesta por la transparencia radical llega en un momento particularmente delicado para la estabilidad de las acciones de la empresa en los mercados financieros.

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Perspectivas financieras bajo la lupa

Los indicadores proyectados para el último trimestre revelan un escenario complejo:

• Disminución interanual del 38,4% en volumen de ventas
• Ingresos estimados entre 848 y 851 millones de dólares
• Pérdida ajustada aproximada de 0,07 dólares por acción

Tras haber vislumbrado brevemente la rentabilidad en el trimestre anterior, la compañía se enfrenta ahora a la posibilidad de regresar a territorio negativo. Las propias previsiones internas de Opendoor sitúan su EBITDA ajustado en un rango comprendido entre -21 y -28 millones de dólares.

Inestabilidad en los mercados

El comportamiento bursátil refleja esta incertidumbre. Aunque ayer registró una apreciación del 4,48%, el título acumula una dramática caída del 27,2% en el último mes. Esta volatilidad extrema manifiesta la creciente desconfianza del mercado hacia el modelo de negocio.

La situación se ve agravada por las revisiones a la baja realizadas por las firmas analistas durante las últimas cuatro semanas, que han ajustado negativamente tanto las estimaciones de beneficios como las de ingresos. El respaldo a la estrategia de compra instantánea de propiedades, conocida como iBuying, muestra signos evidentes de debilitamiento entre la comunidad inversora.

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