Nvidia: Un Doble Impulso Regulatorio y Analítico Revitaliza las Perspectivas

El fabricante de chips para inteligencia artificial, Nvidia, se encuentra en el centro de todas las miradas este fin de semana tras recibir un impulso dual. Por un lado, se vislumbran avances regulatorios clave y, por otro, los analistas refuerzan su confianza con valoraciones extremadamente optimistas. Esta confluencia de factores podría poner fin al reciente periodo de consolidación lateral que ha experimentado el valor.

La confianza del mercado ya se ha hecho palpable. Durante la sesión del viernes, las acciones de Nvidia registraron una apreciación del 3,96%, cerrando en 154,34 euros. Este movimiento alcista parece anticipar los desarrollos positivos y se alinea con las revisiones al alza de varias firmas de Wall Street.

La Bank of America ha designado a Nvidia como su "elección principal para 2026", proyectando un crecimiento sostenido liderado por la demanda de IA. Otras casas de análisis, como Mizuho y Truist, han reiterado sus recomendaciones de compra, estableciendo objetivos de precio que alcanzan los 275 dólares. Un argumento particularmente llamativo proviene de Stacy Rasgon, analista de Bernstein, quien considera la acción "inusualmente barata". Esta calificación se basa en un ratio precio-beneficio (P/E) cercano a 25, que se sitúa próximo a sus mínimos de la última década y por debajo del promedio del sector de los semiconductores.

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Dos Pilares Regulatorios: China y la Cadena de Suministro

En el ámbito regulatorio, dos noticias destacan por su potencial impacto a medio y largo plazo. La más inmediata es un posible giro en la política comercial de Estados Unidos. La administración ha iniciado una revisión de 30 días que podría relajar las restricciones a la exportación de chips de alto rendimiento, como la gama H200 de Nvidia, hacia el mercado chino. Se baraja un mecanismo que permitiría a la compañía reanudar los envíos a sus clientes en China a cambio de abonar una tasa del 25% al gobierno estadounidense. La reapertura de este mercado, anteriormente muy restringido, representaría un importante alivio para los flujos de ingresos de la empresa.

En paralelo, se ha producido un avance estratégico en la diversificación de su fabricación. La Comisión Federal de Comercio (FTC) de EE.UU. ha dado su aprobación definitiva a una inversión estratégica de Nvidia en Intel por valor de 5.000 millones de dólares. Esta maniobra es crucial para que Nvidia reduzca su dependencia de su principal socio de producción, TSMC, y garantice su acceso a las futuras tecnologías de fabricación de Intel, fortaleciendo así su cadena de suministro.

Próximos Catalizadores en el Horizonte

La atención de los inversores se centra ahora en dos fechas concretas que podrían actuar como catalizadores. A finales de enero de 2026 está previsto que concluya el proceso de revisión de las exportaciones a China; una resolución favorable podría desbloquear un potencial de miles de millones en ventas. Casi al mismo tiempo, el mercado espera con expectación la publicación de los resultados del cuarto trimestre fiscal. Nvidia ha proyectado para este periodo unos ingresos en torno a los 65.000 millones de dólares, una cifra que los inversores examinarán minuciosamente para calibrar el ritmo de crecimiento del gigante de la IA.

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