Nike se juega su futuro en los mercados

El gigante del sportswear, Nike, se enfrenta a una jornada crucial que podría marcar el rumbo de su cotización. Este jueves, tras el cierre del mercado estadounidense, la compañía hará públicos los resultados correspondientes a su segundo trimestre fiscal del año 2026. La tensión es palpable en el mercado de opciones, que anticipa una volatilidad y un movimiento en el precio de la acción de aproximadamente un 8%. Para el director ejecutivo, Elliott Hill, supondrá el primer examen de fuego para su estrategia de reconducción del negocio.

El consenso entre los analistas apunta a unos ingresos de 12.210 millones de dólares, lo que supondría un descenso de algo más del 1% interanual. En cuanto al beneficio por acción, las previsiones se sitúan en los 0,38 dólares, un retroceso significativo atribuido principalmente a las campañas de descuento y a los costes asociados a la reestructuración interna. En estos momentos, la acción de Nike cotiza cerca de los 67 dólares, acumulando una caída de alrededor del 15% desde que comenzó el año.

En vísperas de la publicación, la empresa ha acelerado la implementación de su plan estratégico "Win Now". Una de las medidas clave ha sido el nombramiento de Venkatesh Alagirisamy como nuevo director de operaciones, con el mandato de optimizar los procesos internos. Paralelamente, el consejo de administración ha anunciado un incremento del 3% en el dividendo, que pasa a ser de 0,41 dólares por título. Este movimiento extiende a 24 años consecutivos la racha de aumentos en la retribución al accionista.

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El análisis mantiene destellos de optimismo

Algunas firmas de inversión mantienen una perspectiva positiva a largo plazo. La entidad Oppenheimer ha reiterado su valoración "Outperform" con un precio objetivo de 120 dólares por acción. Sus analistas consideran que este segundo trimestre podría representar un punto de inflexión, donde los desajustes operativos internos empezarían a corregirse. Por su parte, Wells Fargo ha mejorado recientemente su recomendación a "Overweight", sosteniendo que el ciclo negativo de revisiones a la baja de beneficios, que lleva dos años activo, podría terminar hacia mediados de 2026.

No obstante, los desafíos competitivos son evidentes y persistentes. Nike ha cedido cuota de mercado en segmentos clave como el calzado de running y lifestyle frente a rivales en ascenso como On Holding y Hoka, de Deckers. La región de Greater China sigue siendo un foco de presión, donde las marcas locales están ganando terreno. Los ingresos de Nike en ese mercado durante el primer trimestre, que fueron de 1.740 millones de dólares, son un claro reflejo de la intensidad de esta pugna.

Las claves que vigilarán los inversores

La atención del mercado se centrará en tres indicadores fundamentales: una normalización de los niveles de inventario, los primeros signos de estabilización en el desempeño comercial en China y los detalles concretos sobre el calendario de lanzamiento de productos para 2026. Iniciativas recientes, como la colaboración con Skims o el lanzamiento este mismo jueves del Air Max 1000 a través de Zellerfeld, son pasos iniciales para recuperar relevancia cultural y conectar con nuevas tendencias.

Los resultados se conocerán esta tarde, tras el cierre de Wall Street. La eficacia del plan de relanzamiento impulsado por Elliott Hill deberá quedar demostrada no solo en las cifras del trimestre pasado, sino, sobre todo, en las orientaciones que la dirección ofrezca para el segundo semestre del año.

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