La promesa de la IA para Bloom Energy se enfrenta a la realidad

La narrativa que presentaba a Bloom Energy como una de las grandes beneficiarias de la explosión de la inteligencia artificial, especialmente para alimentar centros de datos de alto consumo, está siendo cuestionada. La incertidumbre sobre la financiación de un megaproyecto en Estados Unidos ha desencadenado una venta masiva de sus acciones, obligando al mercado a reevaluar las expectativas de crecimiento del negocio.

Antes de la reciente corrección, los fundamentos operativos de la empresa parecían sólidos. En su tercer trimestre fiscal, Bloom Energy reportó unos ingresos récord de 519 millones de dólares, lo que supone un incremento interanual del 57,1%. Además, sus ganancias por acción (EPS) alcanzaron los 0,15 dólares, superando con claridad el consenso de analistas, que estaba en 0,08 dólares.

Sin embargo, estos fuertes números chocan ahora con un escrutinio más severo sobre su valoración en bolsa. Tras alcanzar una capitalización de mercado de aproximadamente 33.500 millones de dólares en su máximo, esta se ha contraído hasta unos 21.000 millones tras la caída. La pregunta que planea entre los inversores es si la prima de valoración puede sostenerse ante posibles retrasos o cancelaciones de grandes proyectos vinculados a la IA.

Un proyecto emblemático en Michigan genera dudas

El detonante inmediato de la presión vendedora ha sido un informe sobre las dificultades de financiación de un centro de datos valorado en 10.000 millones de dólares en el estado de Michigan. Este proyecto, anunciado en colaboración con Oracle, se consideraba un referente para el desarrollo de infraestructuras de IA.

Según informaciones del mercado, la firma de capital privado Blue Owl Capital podría no proporcionar la financiación inicialmente prevista. Esta noticia es clave para Bloom Energy, ya que la compañía había sido señalada como un proveedor esencial de soluciones energéticas para instalaciones de esta envergadura, un pilar fundamental de su atractivo como inversión ligada a la IA.

Esta nueva incertidumbre ha impactado a un valor que, pese a la corrección, aún mantiene una revalorización superior al 180% desde principios de año y de casi el 190% en los últimos doce meses. No obstante, con una cotización de 65,10 euros (del día anterior), la acción se sitúa aproximadamente un 47% por debajo de su máximo de los últimos 52 semanas, registrado en noviembre.

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El contexto macroeconómico y técnico añade presión

La debilidad no puede atribuirse únicamente a este proyecto específico. El sector de las energías limpias, intensivo en capital, se enfrenta a un entorno complejo. El aumento de los rendimientos de la deuda pública estadounidense encarece la financiación y hace más atractivas las inversiones menos riesgosas. A esto se suman las dudas sobre la política comercial y el marco regulatorio para las energías limpias.

Desde una perspectiva técnica, el gráfico refleja este pesimismo. La acción cotiza alrededor de un 30% por debajo de su media móvil de 50 días y muy por debajo del nivel de los 100 días, aunque mantiene una distancia positiva de casi un 35% respecto a la media de 200 días. El indicador RSI, por encima de 90, señala un entorno técnicamente sobrecomprado y tenso, acompañado de una volatilidad anualizada a 30 días extremadamente alta, superior al 110%.

Factores clave en el foco del mercado:

• Riesgo en proyectos: La financiación del centro de datos de Oracle y Blue Owl, valorado en 10.000 millones de dólares, aparece en entredicho.
• Fortaleza operativa: Ingresos del tercer trimestre de 519 millones de dólares (+57,1% interanual) y EPS de 0,15 dólares, por encima de las expectativas.
• Reajuste de valoración: La capitalización de mercado se ha reducido desde unos 33.500 millones a aproximadamente 21.000 millones de dólares.
• Debilidad técnica: Alta volatilidad, ruptura de medias móviles clave y un RSI que indica sobrecompra extrema.

Revisión del relato de inversión en IA

El mercado está comenzando a percibir a Bloom Energy como un valor de "alta beta", extremadamente sensible a las noticias. Esto amplifica el impacto de cualquier decepción relacionada con grandes contratos o alianzas.

Además, crece el escepticismo sobre el ritmo real de las inversiones en IA. Recientemente, la empresa había anunciado una alianza por 5.000 millones de dólares con Brookfield Asset Management para abastecer de energía a centros de datos de IA, un acuerdo que buscaba consolidar su papel en este ámbito. Sin embargo, las dudas sobre el proyecto separado con Oracle están llevando a los inversores a examinar con mayor rigor todos los acuerdos similares, priorizando la seguridad financiera y los calendarios de ejecución sobre los meros anuncios.

En consecuencia, el mercado está incorporando una prima de riesgo más alta. Mientras no haya claridad sobre la financiación de los grandes proyectos de infraestructura de IA, es probable que la acción de Bloom Energy siga siendo vulnerable a una alta volatilidad y que su cotización dependa, en gran medida, de las noticias relacionadas con estos megacontratos.

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