Iberdrola logra un hito estratégico en el mercado estadounidense

El grupo energético español Iberdrola acaba de materializar un avance estratégico de gran envergadura con la aprobación definitiva de su megaproyecto de infraestructura en Estados Unidos. Este desarrollo consolida su apuesta por los negocios regulados de redes, que proporcionan flujos de ingresos estables en contraste con la volatilidad de los precios de las materias primas que afecta a otros actores del sector.

La filial estadounidense Avangrid ha recibido la autorización final para el tendido eléctrico NECEC en Nueva Inglaterra, superando así el último obstáculo regulatorio para uno de los proyectos de infraestructura energética más significativos de la región. Esta línea de transmisión reforzará la estabilidad de la red y facilitará la integración de energías renovables, alineándose perfectamente con los objetivos climáticos de Estados Unidos.

Este logro en Norteamérica se produce inmediatamente después de que la compañía asegurara la adjudicación del proyecto de transmisión VNI-West en Australia la semana pasada. El patrón de expansión geográfica es evidente: Iberdrola está ampliando sistemáticamente sus operaciones de redes reguladas en mercados con marcos jurídicos estables.

Plan estratégico con inversión récord

Estos éxitos operativos se enmarcan dentro del ambicioso Plan Estratégico 2025-2028 de Iberdrola, que contempla una inversión total de 58.000 millones de euros. De esta cantidad, 37.000 millones se destinarán específicamente al desarrollo de redes eléctricas, con especial foco en los mercados estadounidense y británico, donde los marcos regulatorios predecibles garantizan rentabilidades estables.

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Los resultados financieros ya reflejan el acierto de esta estrategia: durante el tercer trimestre, el beneficio neto ajustado experimentó un crecimiento del 17%, alcanzando los 5.300 millones de euros. Como consecuencia de estos sólidos resultados, la compañía ha revisado al alza su previsión anual, estableciendo un nuevo objetivo de al menos 6.600 millones de euros, lo que representa mil millones más de lo originalmente proyectado para 2026.

Perspectivas de mercado divididas

A pesar del flujo de noticias positivas, la comunidad analítica mantiene posturas cautelosas. El precio objetivo promedio consensuado por 21 analistas se sitúa en 16,86 euros, lo que implicaría una infravaloración de la acción respecto a su cotización actual. Mientras Erste Group y HSBC mantienen recomendaciones de compra, DZ Bank se muestra adversa al valor.

El análisis técnico presenta señales contradictorias: aunque la acción cotiza por encima de sus medias de largo plazo, lo que tradicionalmente se interpreta como señal alcista, recientemente se ha activado un indicador de venta. Con una cotización en torno a los 18 euros, Iberdrola se encuentra a apenas medio punto porcentual de su máximo anual, por lo que su próximo movimiento determinará si la tendencia alcista continúa o da paso a una fase de consolidación.

La capacidad de la eléctrica española para convertir su estrategia de inversión en redes en un motor de revalorización bursátil que convenza a los analistas más escépticos constituye el siguiente desafío para la compañía. Los cimientos están establecidos; ahora corresponde demostrar la solidez del desempeño operativo.

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