Franco-Nevada: Resiliencia bursátil y récords históricos, ¿la acción dorada del 2024?

En los últimos tres meses, las acciones de Franco-Nevada han dado señales claras de fortaleza en el mercado bursátil. Con una revalorización aproximada del 8% y marcando nuevos máximos anuales alrededor de 314 dólares canadienses, la cotización experimentó varias fases de volatilidad, especialmente en torno a la publicación de sus sólidos resultados del tercer trimestre. ¿Se trata de una mera pausa antes de un nuevo rally o estamos ante una cima temporal en el desempeño de una compañía de referencia en el sector aurífero?

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Mirando al detalle, Franco-Nevada ha logrado esquivar las caídas generalizadas de otras compañías de oro, manteniendo una volatilidad contenida y superando en rendimiento al sector en el último trimestre. Los datos muestran una caída del 7% en el último mes, pero una clara recuperación desde los mínimos recientes, impulsada especialmente a primeros de noviembre.

Este repunte coincide con la publicación, el 3 de noviembre, de unos resultados trimestrales históricos: ingresos de 487,7 millones de dólares (por encima de las estimaciones de FactSet de 453,9 millones) y un beneficio ajustado de 1,43 dólares por acción (también superando expectativas). El mercado reaccionó positivamente de forma inicial, reflejándose en un breve pero intenso rally en las cotizaciones durante la siguiente semana.

Pero la noticia clave no vino únicamente del buen trimestre presentado. El mismo día, la compañía anunció que ajustaba al alza su guidance de ventas equivalentes en oro (GEO), anticipando superar el rango inicial planteado para 2025. Este cambio estratégico fue interpretado como un signo de fortaleza y confianza en la cartera de royalties y streaming de Franco-Nevada. Además, la empresa reiteró su posición de balance sin deuda, otro aspecto que la diferencia entre las grandes cotizadas de oro y metales preciosos.

Interesantemente, el 4 de noviembre, varias casas de análisis —como RBC y Canaccord Genuity— refrendaron sus recomendaciones de mantener u optimizar posiciones, reforzando el sentimiento constructivo que rodea al valor. De hecho, el consenso de analistas sitúa el precio objetivo medio más de un 28% por encima de los niveles actuales, dato nada menor tras la potente subida acumulada desde comienzos de año (más de un 58%).

¿Cuál es la clave de la resiliencia de Franco-Nevada? El modelo de negocio lo explica: lejos de operar minas propias o gestionar exploraciones directas, la compañía se especializa en la adquisición de royalties y acuerdos de streaming sobre minas de terceros. Esto significa que obtiene ingresos estables y crecientes sin estar expuesta a los elevados costes operativos o a la volatilidad de la producción de las Goldmine tradicionales. Su cartera es global, abarcando intereses en Canadá, EE.UU, América Latina, Australia, Europa y África, y cubre metales preciosos como el oro, la plata y el platino, así como activos estratégicos vinculados a la energía.

Desde su refundación en 2007, tras la escisión de Newmont, Franco-Nevada ha consolidado una estrategia de crecimiento basada en la diversificación geográfica y la anticipación de ciclos de commodities. Entre sus activos más emblemáticos destacan participaciones en megaproyectos como Candelaria (Chile), Cobre Panamá (Panamá), Canadian Malartic (Canadá) y Antapaccay (Perú), así como acuerdos sobre explotaciones en fases tempranas con gran proyección de futuro.

En cuanto al perfil financiero, la empresa muestra una ratio PER estimada de 36 para 2025, con un yield cercano al 0,8% y una posición de caja neta. A pesar de su tamaño (capitalización por encima de 36.000 millones de dólares), la plantilla es sorprendentemente reducida, manteniendo así elevados márgenes y eficiencia.

Sin embargo, los retos existen. El riesgo regulatorio, los litigios sobre los derechos de royalties, las fluctuaciones en el precio del oro y posibles retrasos en nuevos acuerdos o expansiones añaden una dosis de incertidumbre que ningún inversor debería ignorar. Aun así, el recorrido de Franco-Nevada en bolsa durante 2024 evidencia su capacidad para surfear las turbulencias del mercado e incluso sacar ventaja frente a grandes competidores internacionales.

De cara al futuro, el foco estará en mantener esta senda de crecimiento y, sobre todo, en la capacidad de seguir incorporando activos de calidad a su cartera sin sacrificar rentabilidad ni equilibrio financiero. Como remarcan numerosos analistas, seguir de cerca la evolución de Franco-Nevada es clave, especialmente ante nuevos reequilibrios en los mercados de metales preciosos y energía.

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