El Dow Jones frena su escalada récord ante la debilidad tecnológica

El índice Dow Jones concluyó la semana con un intento fallido de marcar un nuevo máximo histórico. Tras rozar niveles récord en la sesión del viernes, el selectivo estadounidense cambió de dirección y cerró en terreno negativo. Este giro fue impulsado por el repunte de los rendimientos de la deuda pública y por ventas significativas en valores vinculados a la inteligencia artificial y los semiconductores. El movimiento más destacado fue una rotación de capital desde acciones de crecimiento hacia sectores defensivos, que quedó claramente evidenciada.

El inicio de la sesión del viernes fue alcista, con el Dow Jones intentando acercarse al máximo absoluto registrado el jueves. Sin embargo, el ánimo se torció cuando el rendimiento del bono estadounidense a diez años escaló hasta el 4,19%. Este movimiento, que tradicionalmente presiona las valoraciones bursátiles, afectó con especial intensidad al segmento tecnológico, conocido por su alto crecimiento.

Finalmente, el índice cerró la jornada con un descenso del 0,51%, situándose en los 48.458 puntos. Aunque se mantiene cerca de su reciente techo, el impulso alcista se ha moderado. Un dato revelador fue el volumen de negociación, que superó la media de los últimos 20 días, sugiriendo una reasignación deliberada de carteras por parte de grandes inversores.

Ganadores y perdedores: una rotación sectorial definida

La sesión pintó un cuadro muy claro dentro del índice: los valores cíclicos y tecnológicos cedieron terreno, mientras que los sectores defensivos avanzaron.

Entre las principales subidas del Dow Jones se encontraron:
* McDonald's, que se apreció más de un 2%, beneficiándose de la búsqueda de activos estables con atractivos dividendos.
* Coca-Cola, que también ganó aproximadamente un 2%, confirmando el interés por valores defensivos del consumo básico.
* Boeing, que continuó su recuperación con un avance de casi un 2%.

Por el contrario, los descensos más notables se concentraron en:
* Caterpillar, que perdió más de un 4%, lastrada por las preocupaciones sobre la demanda industrial global.
* Nvidia, que retrocedió más de un 3%, ya que los inversores optaron por tomar beneficios tras la fuerte subida impulsada por la IA en meses anteriores.
* Goldman Sachs, que cedió alrededor de un 2,5%, renunciando a parte de las ganancias recientes del sector bancario.

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Un factor de presión adicional llegó desde fuera del Dow: Broadcom se desplomó un 11% a pesar de presentar resultados trimestrales sólidos. Esta reacción señala que el mercado ha elevado considerablemente sus exigencias de valoración para las empresas beneficiadas por la IA. Este escepticismo contagió a pesos pesados del Dow como Nvidia y también a Apple, que cerró claramente por debajo de su máximo del 2 de diciembre.

Perspectiva técnica: tendencia alcista con signos de pausa

A pesar del cierre en rojo, el panorama técnico general sigue siendo positivo. El índice se mantiene cómodamente por encima de sus medias móviles clave: el nivel de cierre está un 2,6% por encima de la media de 50 días y más de un 9% por encima de la línea de 200 días. En el último año, el Dow acumula una ganancia superior al 10%, y desde comienzos de año supera el 14%.

No obstante, la sesión ha dejado señales a corto plazo en el análisis chartista. El índice no logró sostener su nuevo máximo intradía y giró marcadamente a la baja, un patrón que suele preceder a una fase de consolidación. La zona alrededor de los 48.700 puntos actúa ahora como una resistencia clara. En el lado bajista, el nivel de 48.000 puntos y el área cercana a la media de corto plazo (alrededor de 47.800) se perfilan como los primeros soportes importantes.

El Índice de Fuerza Relativa (RSI), situado en unos 62 puntos, ya no se encuentra en territorio de sobrecompra. Esto indica que la tendencia alcista principal permanece intacta, aunque el impulso inmediato se ha debilitado.

Contexto de mercado y pronóstico inmediato

Comparado con otros índices estadounidenses, el Dow Jones mostró una relativa estabilidad el viernes. Mientras el selectivo líder caía un 0,51%, el S&P 500 retrocedía un 1,07% y el Nasdaq Composite, con mayor peso tecnológico, cedía un 1,69%. El Dow se benefició visiblemente de la migración de capital hacia sectores más defensivos.

No hubo shocks fundamentales ni nuevas preocupaciones macroeconómicas al cierre de la semana. Los movimientos parecieron más bien técnicos, influidos por ajustes de posiciones antes del fin de semana. Sin embargo, el rendimiento creciente del bono a diez años sigue siendo un lastre importante: unos tipos de interés más altos aumentan el atractivo de la deuda y suelen ejercer presión sobre los niveles de valoración, especialmente en las acciones de crecimiento y de IA, que cotizan con primas elevadas.

Para la próxima semana, el foco se dirigirá a los datos económicos pendientes y a la cuestión de si la Reserva Federal mantendrá el ritmo de su incipiente ciclo de recortes de tipos. A corto plazo, la zona alrededor de los 48.200 puntos será la primera prueba de fuego al inicio de la semana. Si la rotación hacia valores defensivos como McDonald's y Coca-Cola persiste, el Dow podría continuar mostrando un comportamiento relativamente más robusto que el del Nasdaq, cargado de tecnología.

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