Coca-Cola: La apuesta institucional por un valor refugio en tiempos de volatilidad

En un entorno de incertidumbre bursátil, los grandes gestores de activos buscan refugio en emisores con modelos de negocio consolidados. La compañía de bebidas Coca-Cola encarna este perfil, respaldada por un dato contundente: más del 70% de sus acciones en circulación están en manos de inversores institucionales. Esta confianza se mantiene firme, incluso ante movimientos de venta por parte de algunos altos ejecutivos.

La piedra angular de su atractivo es la rentabilidad por dividendo. El próximo 15 de diciembre, la empresa procederá al pago de su dividendo trimestral, que se sitúa en 0,51 dólares por acción. Anualizado, esto supone 2,04 dólares, lo que ofrece una rentabilidad cercana al 2,9%. Con una ratio de pago del 67,55%, la sostenibilidad de la distribución es sólida y deja margen para futuras subidas. No es un dato menor: Coca-Cola acumula 63 años consecutivos incrementando su dividendo, un récord que pocas empresas pueden igualar.

El respaldo analítico y la valoración

El consenso en Wall Street sigue siendo favorable. La recomendación predominante es de compra, con un precio objetivo promedio que ronda los 78,43 dólares. Firmas como Piper Sandler han ajustado su objetivo al alza, hasta los 81 dólares, una visión que comparten Bank of America (80 dólares) y Wells Fargo (79 dólares). El sentimiento es abrumadoramente positivo, con dieciséis analistas recomendando la compra y uno otorgando incluso una calificación de "Strong Buy".

Esta confianza se refleja en una valoración. La acción cotiza con un ratio precio-beneficio (P/E) de 23,25, una cifra que se considera dentro del rango medio para un título defensivo del sector de consumo básico, justificada por su posición de mercado y la previsibilidad de sus flujos de caja.

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Movimientos de capital: instituciones compran, insiders venden

La composición accionarial es reveladora. Los inversores institucionales controlan el 70,26% del capital, un porcentaje típico de los blue chips de consumo. Gestores como Axa S.A. mantienen posiciones sustanciales, valoradas en 166,27 millones de dólares. Recientemente, hemos visto a otros actores incrementar su exposición de forma notable. Por ejemplo, 1248 Management inició una posición en el primer trimestre con una inversión de 26.000 dólares, mientras que Caitong International Asset Management multiplicó por más de 50 su participación durante el segundo trimestre.

En contraste, algunos altos ejecutivos han realizado ventas significativas. A mediados de noviembre, la Vicepresidenta Ejecutiva Nancy Quan vendió 31.625 títulos a 71,17 dólares cada uno, reduciendo su participación en un 12,4%. De forma más pronunciada, el también Vicepresidente Ejecutivo Manuel Arroyo enajenó 139.689 acciones a un precio de 70,80 dólares, lo que supone una disminución de más del 70% en su posición personal. Estos movimientos, a menudo vinculados a necesidades de liquidez personal, son contrarrestados por la fuerte demanda institucional.

Innovación sostenible: el proyecto austriaco

Más allá de las finanzas, la compañía avanza en sus compromisos medioambientales. Su embotelladora asociada, Coca-Cola HBC, está probando en el mercado austriaco una innovadora solución: sustituir el plástico que agrupa los packs de seis latas por unos asas fabricadas a base de papel. Desarrollado en colaboración con DS Smith y Krones, este proyecto piloto podría eliminar aproximadamente 200 toneladas de plástico al año, aunque de momento su alcance se limita a Austria.

No se ha comunicado un calendario para su posible extensión a mercados clave como Estados Unidos. Sin embargo, en un contexto donde la ONU prevé que la producción global de plástico se triplique para 2060, las iniciativas para reducir este material ganarán inevitablemente importancia para inversores y consumidores.

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