Broadcom se enfrenta a un momento decisivo entre rumores y resultados

La atención del mercado financiero se concentra en Broadcom de cara a la publicación de sus cifras trimestrales este jueves. Un cóctel de especulaciones sobre una potencial alianza estratégica con Microsoft y una oleada de revisiones alcistas por parte de los analistas ha inyectado una notable dosis de expectación. Con la acción revalorizándose aproximadamente un 48% desde enero, la pregunta clave es si los fundamentos respaldarán finalmente la narrativa de crecimiento impulsada por la inteligencia artificial.

El consenso del mercado anticipa para el cuarto trimestre fiscal un salto en los ingresos, que se situarían en torno a los 17.500 millones de dólares. Este impulso provendría, según los expertos, de la sólida demanda de redes y chips especializados para IA. En cuanto al beneficio por acción (EPS), las estimaciones apuntan a un crecimiento interanual superior al 30%, alcanzando aproximadamente 1,87 dólares.

Esta confianza se ha materializado en un notable optimismo en Wall Street durante las últimas semanas. En un plazo de 90 días, se han registrado hasta 27 revisiones al alza en las estimaciones de beneficios. Firmas de inversión como Jefferies ya han reaccionado, elevando su precio objetivo para la acción a 480 dólares. Por su parte, Mizuho ha subrayado las robustas perspectivas de ingresos en el segmento de IA.

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Los rumores que alimentan el optimismo

Detrás de este clima positivo se encuentra un informe de The Information que ha agitado los mercados. Según esta publicación, Microsoft estaría negociando trasladar parte de su negocio de chips personalizados (Custom Silicon) a Broadcom. Hasta la fecha, el gigante del software ha colaborado en este ámbito principalmente con su competidor Marvell. De materializarse, este cambio supondría un triunfo significativo para la división ASIC de Broadcom y consolidaría aún más su posición dominante entre los proveedores de los grandes hyperscalers.

Este posible acuerdo no es la única señal positiva en el ecosistema de IA. Recientemente, Google lanzó su modelo de IA Gemini 3, el cual fue entrenado utilizando las Unidades de Procesamiento Tensorial (TPU) desarrolladas en colaboración con Broadcom, un hecho que refuerza la percepción de liderazgo tecnológico de la compañía. Además, persisten informes no confirmados sobre un posible acuerdo de suministro de aceleradores de IA con OpenAI, lo que añade más combustible a las proyecciones de crecimiento a largo plazo.

Todo se decidirá el jueves 11 de diciembre

La cita crucial está marcada en el calendario: el jueves 11 de diciembre. En esa fecha, Broadcom deberá presentar cifras que sustenten las expectativas. Los inversores examinarán minuciosamente dos aspectos clave: primero, si los ingresos generados por la IA superan el umbral previamente establecido de una tasa anualizada de 12.000 millones de dólares; y segundo, si la dirección de la empresa ofrece algún indicio concreto sobre las supuestas negociaciones con Microsoft.

El mercado de opciones ya está descontando una volatilidad significativa, anticipando movimientos en el precio de la acción de alrededor de un 8% tras el anuncio de los resultados. El jueves, por tanto, no solo se conocerán las cifras del último trimestre, sino que también se podrá calibrar la solidez de la historia de crecimiento que ha llevado a Broadcom a estos niveles.

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