ASML: El valor neerlandés se dispara con la mirada puesta en los 1.000 euros

El titán neerlandés de la fabricación de chips, ASML, recibe un potente espaldarazo que ha devuelto el optimismo a sus accionistas. La entidad financiera Morgan Stanley no solo ha mejorado su recomendación sobre la compañía, sino que la ha designado como su inversión preferida dentro del sector semiconductores en Europa. Este movimiento llega en un momento clave, reavivando el debate entre los inversores: ¿estamos ante el inicio de una nueva fase alcista que pueda llevar a la acción a superar sus máximos históricos?

El mercado respira con alivio. El último informe trimestral de ASML, correspondiente al tercer trimestre y publicado en octubre, había dejado una sensación agridulce. Aunque el beneficio por acción superó las expectativas de los analistas, unos ingresos ligeramente por debajo de las previsiones sembraron dudas sobre el ritmo de crecimiento futuro.

Sin embargo, el pesimismo inicial parece haberse disipado. La reacción del mercado el miércoles fue contundente: la acción se revalorizó más de un 5% en la bolsa de Ámsterdam, recuperando la simbólica barrera de los 900 euros. Este jueves, el título ha mostrado fortaleza, consolidándose en torno a los 898,00 euros, un nivel que defiende con éxito. El análisis de Morgan Stanley, que proyecta un margen bruto del 52,3 % para el ejercicio 2026, ha sido el bálsamo necesario para calmar las preocupaciones.

El impulso definitivo: Morgan Stanley apunta a los 1.000 euros

El detonante de este renovado entusiasmo es el informe de la firma de inversión Morgan Stanley. Su analista, Lee Simpson, considera que ha llegado el momento óptimo para invertir en ASML, señalando que la espera para encontrar precios más atractivos ha concluido. La institución financiera no ha dudado en revisar al alza su precio objetivo para la acción, llevándolo desde los 975 euros hasta la redonda cifra de 1.000 euros.

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El mensaje de la entidad no puede ser más claro: anticipa un ejercicio fiscal 2026 notablemente brillante para la empresa. Tras la reciente debilidad en la cotización, consideran que la valoración de la acción vuelve a ser atractiva, un argumento que ha generado una oleada de compras inmediata.

Los dos motores del crecimiento: IA y chips de memoria

¿En qué se basa este optimismo repentino? Morgan Stanley señala dos fuerzas principales que impulsarán el negocio de ASML en el futuro próximo:

• La imparable demanda de Inteligencia Artificial: El boom de la IA, con una demanda insaciable de chips como los Blackwell de Nvidia, mantiene las carteras de pedidos de la industria al máximo. Esta situación está obligando a los fabricantes de semiconductores a acelerar sus planes de expansión de capacidad, un movimiento que beneficia directamente a ASML, que posee un cuasi-monopolio en una tecnología clave.
• La evolución tecnológica en la memoria DRAM: Los productores de estos chips de memoria están realizando la transición hacia nodos más avanzados (como el salto al nodo 1c). Este cambio tecnológico requiere, de forma inexorable, una utilización mucho más intensiva de los sistemas de litografía ultravioleta extrema (EUV) de ASML.

Los analistas también han valorado el impacto de la demanda desde China, que se espera disminuya aproximadamente un 15%. No obstante, consideran que este retroceso será más que compensado por el vigoroso impulso global generado por la inteligencia artificial.

La atención se centra ahora en la reapertura de los mercados estadounidenses este viernes, tras la festividad de Acción de Gracias. Si los inversores norteamericanos se suman a este sentimiento positivo, el asalto a la marca de los 1.000 euros podría materializarse más pronto que tarde. El próximo examen fundamental para ASML llegarán con la publicación de los resultados del cuarto trimestre, donde será crucial que los pedidos de sus principales clientes, como TSMC e Intel, confirmen esta tesis alcista.

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