AMD: Una apuesta agresiva por el crecimiento en medio de la incertidumbre

La presidenta y directora ejecutiva de AMD, Lisa Su, ha marcado un rumbo audaz para la compañía, estableciendo objetivos de expansión extremadamente ambiciosos para los próximos ejercicios. Este anuncio llega en un momento de tensión en los mercados tecnológicos, donde el pesimismo generado por los decepcionantes resultados trimestrales de algunos gigantes del sector contrasta con la narrativa de crecimiento a largo plazo impulsada por la inteligencia artificial.

Durante su reciente Financial Analyst Day, el equipo directivo de AMD desplegó unas previsiones que subrayan su confianza en el futuro, ignorando provisionalmente la volatilidad bursátil del momento. Lisa Su rechazó de plano las especulaciones sobre una posible burbuja en el sector de la IA, argumentando que la industria está lejos de haber alcanzado su techo de capacidad. Las cifras concretas son elocuentes: la empresa anticipa una tasa de crecimiento anual compuesto (CAGR) superior al 60% para su negocio de centros de datos en un horizonte de tres a cinco años.

A nivel corporativo, el crecimiento de los ingresos anuales se proyecta en más de un 35%. De materializarse estos pronósticos, el segmento de Data Center por sí solo podría generar unos ingresos en torno a los 66.600 millones de dólares estadounidenses para el año 2028.

El contexto del sector frena el entusiasmo

Pese al optimismo de estas proyecciones, la cotización de la acción de AMD no ha reaccionado con ganancias inmediatas. La presión sobre el valor viene, en parte, de los malos resultados publicados por Oracle. Las cifras decepcionantes de este coloso del software sembraron dudas en todo el sector tecnológico y enfriaron el ánimo hacia los proveedores de hardware, como AMD.

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En este contexto, la acción ha experimentado una corrección significativa, cayendo casi un 16% en los últimos 30 días. En la sesión del jueves, la cotización cerró en 188,22 euros.

La valoración elevada y las operaciones de directivos

Otro elemento que capta la mirada de los inversores es una transacción realizada por la propia Lisa Su. Según las declaraciones obligatorias, la CEO vendió 125.000 acciones el 11 de diciembre, por un valor aproximado de 27,7 millones de dólares. Aunque estas operaciones suelen ejecutarse dentro de planes de trading automatizados (conocidos como 10b5-1), la transacción adquiere relevancia al combinarse con la elevada valoración de la compañía.

Actualmente, la acción cotiza con un ratio precio-beneficio (P/E) que supera los 109. Para justificar de manera sostenible este nivel de valoración, la empresa necesita cumplir sin falta sus ambiciosas metas de crecimiento. Desde una perspectiva técnica, la tendencia alcista principal se mantiene intacta, a pesar de que el título cotiza aproximadamente un 17% por debajo de su máximo del último año.

El dilema para el mercado ahora es claro: ¿prevalecerá el enfoque en los objetivos de ingresos a largo plazo para los centros de datos, o pesarán más las preocupaciones a corto plazo sobre el gasto en inversiones de las grandes empresas tecnológicas? La respuesta definirá la trayectoria de la cotización en los próximos meses.

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