AMD: Un Freno en su Carrera Bursátil Tras Cambios en China y Señales de los Clientes

La acción de Advanced Micro Devices (AMD), tras un desempeño excepcional durante gran parte del año, enfrenta un periodo de corrección significativa. Una combinación de factores, que van desde decisiones geopolíticas hasta señales del mercado, está poniendo a prueba la resiliencia de su narrativa de crecimiento impulsada por la inteligencia artificial.

El retroceso se hizo evidente el pasado viernes, cuando la cotización cerró en 179,60 euros, registrando una caída del 4,77% en la sesión. En perspectiva semanal, el descenso supera el 4%, y en los últimos 30 días la pérdida se acumula hasta casi un 20%. Este movimiento contrasta con la fuerte tendencia alcista que la acción mantenía desde principios de año.

El detonante principal ha sido un cambio regulatorio en Estados Unidos. Las autoridades estadounidenses han relajado las restricciones a la exportación, permitiendo nuevamente a su principal competidor, Nvidia, enviar ciertos chips de IA avanzados de su serie H200 al mercado chino. Esta medida elimina la escasez artificial de la que AMD se había beneficiado, ya que los inversores esperaban que sus aceleradores MI325X llenaran ese vacío. Con el regreso parcial de Nvidia, esa ventaja competitiva se diluye considerablemente.

Casi en paralelo, llegó un mensaje preocupante desde el frente de clientes. Oracle, un socio estratégico y gran comprador de los clusters Instinct MI300 de AMD, publicó resultados que no alcanzaron las expectativas de ingresos. La compañía mencionó que se encuentra en una fase de "digestión de capex", priorizando la eficiencia y monetización tras un periodo de elevadas inversiones. La reacción bursátil fue inmediata: las acciones de Oracle cayeron más de un 10%, arrastrando el sentimiento negativo a todo el segmento de hardware para IA. El mercado interpreta esto como una posible señal de que los grandes gigantes cloud podrían moderar, al menos temporalmente, su agresivo gasto en infraestructura de IA.

Un tercer elemento añadió nerviosismo. Documentos regulatorios revelaron que la CEO de AMD, la Dra. Lisa Su, vendió el 12 de diciembre 125.000 acciones de la compañía por un valor aproximado de 26,9 millones de dólares. Si bien la transacción se ejecutó bajo un plan preestablecido (10b5-1), y por tanto no fue discrecional, su coincidencia temporal con la corrección del mercado amplificó la incertidumbre entre los inversores.

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Perspectiva de Valoración: Entre el Riesgo Inmediato y el Potencial a Largo Plazo

A pesar de la reciente presión, el desempeño anual de la acción de AMD sigue siendo positivo. En un horizonte de doce meses, el avance es de casi un 44%, y desde enero el incremento supera el 53%. La cotización se mantiene muy por encima de su mínimo anual de 71,41 euros, aunque también muestra una distancia considerable, de aproximadamente un 21%, respecto a su máximo en 227,15 euros. Desde un análisis técnico, el valor cotiza alrededor de un 10% por debajo de su media móvil de 50 días (199,68 euros), pero se sostiene claramente por encima de la línea de 200 días.

En el ámbito fundamental, algunos modelos de valoración sugieren que existe margen de apreciación. Un ejemplo destacado es la estimación de valor razonable de Morningstar, que fija un precio objetivo de 351 dólares por acción (a fecha de 12 de noviembre de 2025). Desde esta óptica, la capitalización de mercado actual parece mucho más conservadora. Esta discrepancia indica que los inversores están ponderando más los riesgos a corto plazo —la nueva dinámica competitiva en China y una posible pausa en la inversión de los grandes clientes— que el potencial de crecimiento a largo plazo del negocio de centros de datos e IA.

Mirando al Futuro: La Demanda Fuera de China Adquiere Mayor Relevancia

A corto plazo, un nivel técnico clave será observado de cerca: la zona de los 200 dólares por acción actúa como un soporte psicológico importante, cuya defensa podría ser crucial para la estabilización del sentimiento. El Índice de Fuerza Relativa (RSI), situado en 42,4, se encuentra en territorio neutral, lo que sugiere que la corrección ha aliviado las condiciones de sobrecompra. No obstante, la alta volatilidad anualizada a 30 días, superior al 53%, advierte de que se deben esperar movimientos bruscos.

En cuanto a los fundamentos, la relajación de las exportaciones de Nvidia obliga a reevaluar los objetivos de cuota de mercado de AMD para 2026, especialmente en la región asiática. Es probable que los analistas ajusten sus modelos, centrándose en la capacidad de la compañía para compensar en mercados como Estados Unidos y Europa el crecimiento que podría perder en China. La pregunta central será la evolución de la demanda de sus chips MI300 y de los futuros MI350 entre los grandes proveedores de servicios en la nube (hyperscalers).

El próximo pronóstico corporativo de la dirección, previsto para principios de 2026, ofrecerá una respuesta clara. Confirmará si AMD mantiene sus previsiones de ingresos por IA o si las modera. El factor decisivo será discernir si la actual debilidad en algunos clientes es solo una pausa temporal o el inicio de una normalización más prolongada tras un ciclo de inversión en IA excepcionalmente intenso.

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