Amazon se lanza a la conquista del supermercado online

El gigante del comercio electrónico Amazon está intensificando su ofensiva en un sector clave: la venta de alimentos. Su decisión de ampliar masivamente el servicio de entrega en el mismo día ha enviado ondas de choque a través de la industria, aunque su cotización en bolsa aún no refleja este ímpetu expansionista. Mientras los analistas mantienen el optimismo por el crecimiento de su división en la nube, la acción se enfrenta a resistencias técnicas y lastres legales.

La estrategia de Amazon pasa por extender su servicio de entrega de alimentos en el mismo día a más de 2.300 ciudades. Este movimiento ha generado una palpable tensión entre sus rivales directos. Tras el anuncio, los títulos de competidores como Maplebear (conocida por su servicio Instacart) y Uber registraron caídas significativas. La apuesta tiene una lógica comercial sólida: desde su lanzamiento en agosto de 2025, el catálogo de productos perecederos ha crecido más de un 30%. Los datos internos revelan que los clientes que compran alimentos frescos realizan pedidos con casi el doble de frecuencia que aquellos que solo adquieren bienes no perecederos.

Resultados sólidos a pesar de los contrapesos

Los últimos resultados trimestrales demostraron la fortaleza del negocio principal. La facturación aumentó un 13% interanual, alcanzando los 180.200 millones de dólares. No obstante, el balance se vio afectado por partidas extraordinarias. La compañía llegó a un acuerdo con las autoridades fiscales italianas para saldar una deuda tributaria de 510 millones de euros, un gasto que se suma a otras cargas excepcionales.

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El verdadero motor de rentabilidad sigue siendo Amazon Web Services (AWS). La división de computación en la nube, impulsada por la demanda de infraestructura para inteligencia artificial, registró un resultado operativo de 11.400 millones de dólares. Su crecimiento de ingresos se aceleró hasta el 20%, una tendencia que la empresa pretende sostener con la construcción de nuevos centros de datos y el desarrollo de sus propios chips, como el Graviton5.

Eficiencia y un gráfico bajo presión

Para mejorar aún más la rentabilidad, la dirección ejecutiva, con Andy Jassy al frente, ha iniciado un plan de reestructuración. El objetivo es eliminar aproximadamente 14.000 puestos administrativos, recortando la burocracia y optimizando procesos mediante la implementación de inteligencia artificial. La compañía ya ha señalado que podrían producirse más ajustes de plantilla durante 2026, manteniendo el foco en la eficiencia operativa en los próximos trimestres.

A pesar de estos fundamentos, el comportamiento técnico de la acción muestra debilidad. Al cierre del viernes, la cotización se situaba en 192,76 euros, por debajo de su media móvil de 200 días. El valor acumula una caída de alrededor del 10% desde principios de año y opera muy por debajo de su máximo anual. Aunque muchos analistas consideran que los niveles actuales representan una oportunidad de compra, el sentimiento del mercado se mantiene cauteloso a corto plazo.

La evolución futura del título dependerá crucialmente de dos factores: que la agresiva expansión en el sector alimentario no erosione los márgenes de beneficio, y que el vigoroso crecimiento de AWS sea capaz de compensar los costes asociados a la reestructuración. El desafío para Amazon es equilibrar su ambición de dominio en un nuevo mercado con la disciplina financiera que exigen los inversores.

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