Alibaba: Un equilibrio entre litigios en EE.UU. y la carrera por la inteligencia artificial

La cotización de Alibaba se enfrenta a una semana decisiva, marcada por dos fuerzas contrapuestas: la presión de una nueva investigación legal en Estados Unidos y el horizonte estratégico que abren los chips de inteligencia artificial más avanzados de Nvidia. El dilema para los inversores reside en valorar si los riesgos externos pueden frenar el sólido impulso operativo del gigante chino en la nube y la IA.

El sentimiento negativo lo alimenta un anuncio realizado el 13 de diciembre por el bufete de abogados estadounidense Pomerantz LLP. La firma ha iniciado una investigación por posibles reclamaciones de fraude de valores relacionadas con Alibaba. El objetivo es determinar si la compañía y algunos de sus directivos incurrieron en prácticas comerciales ilícitas.

Este procedimiento encuentra su origen en una fuerte caída del precio de los ADR (American Depositary Receipts) de Alibaba en la Bolsa de Nueva York el 14 de noviembre de 2025. El desplome se produjo tras la publicación de un reportaje del Financial Times sobre un supuesto memorando de la Casa Blanca que vinculaba a la empresa con el apoyo tecnológico al ejército chino.

Aunque es habitual que este tipo de investigaciones colectivas sigan a una alta volatilidad, incrementan el denominado "riesgo de titulares". Cada nuevo desarrollo en el caso puede impactar la percepción del mercado a corto plazo, independientemente de los fundamentales del negocio.

No es la primera vez que Alibaba navega por aguas legales turbulentas en EE.UU. Recientemente, la compañía alcanzó un acuerdo por 433,5 millones de dólares para resolver otro litigio de valores. Dicho caso giraba en torno a alegaciones de declaraciones engañosas sobre prácticas monopolísticas y sobre la planeada salida a bolsa de Ant Group. Un tribunal dio su aprobación preliminar al acuerdo en octubre de 2024, una de las sumas más cuantiosas en acuerdos de este tipo en el distrito judicial de Nueva York.

La oportunidad tecnológica: la llave de los chips H200

En el lado opuesto de la balanza se sitúa una oportunidad tecnológica de gran calado. Según un informe de Reuters del 10 de diciembre de 2025, Alibaba ha mostrado su interés a Nvidia por adquirir sus nuevos chips para IA, los H200. Este movimiento es posible tras una decisión del presidente Trump que permitiría, en principio, las exportaciones de esta tecnología a China, aunque con un arancel adicional del 25%.

La importancia para Alibaba es capital. Según los datos del sector, el H200 ofrece un rendimiento aproximadamente seis veces superior al del chip Nvidia H20, una versión limitada disponible hasta ahora en China. Para el entrenamiento de modelos de inteligencia artificial a gran escala, el acceso al H200 sería un factor crucial para mantener la competitividad global.

No obstante, persiste una incógnita: el gobierno chino aún debe dar su visto bueno a estas importaciones. Reportes indican que las autoridades están celebrando consultas urgentes para evaluar el impacto que tendría en los fabricantes nacionales de semiconductores, como Huawei y Cambricon, antes de autorizar las compras de los H200.

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El motor operativo: el crecimiento en la nube y la IA

Mientras tanto, la operativa del negocio, especialmente en su división de la nube, mantiene un dinamismo robusto. La Cloud Intelligence Group incrementó sus ingresos un 34% interanual en el trimestre finalizado en septiembre de 2025, alcanzando los 39.820 millones de renminbi (unos 5.600 millones de dólares). Por su parte, los ingresos generados por aplicaciones de IA registraron su noveno trimestre consecutivo de crecimiento de tres dígitos.

Este contexto explica la urgencia por acceder a hardware más potente. S&P Global Ratings, en un análisis del 11 de diciembre de 2025, estima que Alibaba podría incrementar sus inversiones en chips para IA entre 1.000 y 2.000 millones de dólares adicionales el próximo año, siempre que consiga capacidad con los H200. La agencia de rating reafirmó la calificación crediticia de Alibaba en A+ con perspectiva estable, destacando su sólida posición de caja neta, cercana a los 200.000 millones de renminbi.

En cuanto a la cotización, la acción se negociaba recientemente alrededor de los 130,80 euros. Aunque se encuentra muy por debajo de su máximo anual, se mantiene por encima de los mínimos y acumula una ganancia de casi un 58% desde principios de año. Un RSI ligeramente por debajo de 30 sugiere una condición de sobreventa a corto plazo.

Panorama técnico y próximos catalizadores

Desde una perspectiva chartista, Alibaba se sostiene por encima de su media móvil de 200 días a pesar de la corrección reciente, aunque se ha distanciado notablemente de los máximos recientes. El escenario inmediato está dominado por la consolidación y el flujo de noticias.

Los próximos catalizadores clave incluyen:

• 19 de febrero de 2026: Presentación de resultados del trimestre finalizado en diciembre de 2025.
• En curso: Avances en la investigación de Pomerantz LLP y cualquier otro paso legal.
• Por determinar: La decisión final de las autoridades chinas sobre la importación de los chips Nvidia H200.

Estos factores serán determinantes para calibrar cómo valora el mercado los riesgos jurídicos y geopolíticos frente a la fortaleza operativa en la nube y la inteligencia artificial en los próximos meses.

Perspectiva: inversión frente a incertidumbre

Alibaba ejemplifica la encrucijada de las tecnológicas chinas: inversiones multimillonarias en infraestructura de IA y nube que impulsan el crecimiento, frente a la incertidumbre generada por las tensiones entre Washington y Pekín y los riesgos regulatorios recurrentes. La dirección de la empresa se ha comprometido a invertir unos 53.000 millones de dólares en infraestructura de IA, y ya ha insinuado que esta cifra podría superarse si la demanda se mantiene elevada.

Los próximos meses arrojarán luz sobre la evolución de tres vectores críticos: el acceso a semiconductores de alto rendimiento, la dinámica del negocio en la nube y la IA, y el desarrollo de los litigios en Estados Unidos. Para la valoración de la acción, será decisivo ver en qué medida las cuantiosas inversiones se traducen en un crecimiento sostenible de los beneficios, sin que los riesgos legales y geopolíticos erosionen las primas de valoración.

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