¿Alerta máxima para Tesla? El 'Big Short' apunta al fabricante de coches eléctricos

Las acciones de Tesla se encuentran bajo un escrutinio feroz este lunes, con el famoso inversor Michael Burry lanzando una severa advertencia. Su crítica llega en un momento particularmente delicado, mientras los datos de ventas en Europa pintan un panorama preocupante. ¿Está la compañía de Elon Musk al borde de una crisis de demanda real, o se trata solo de un bache temporal en su trayectoria?

La situación operativa actual contrasta con la narrativa de crecimiento futuro. Las últimas cifras de matriculaciones en Europa correspondientes a noviembre han sido desalentadoras en varios mercados clave:

• Francia: Las matriculaciones se desplomaron un 58%, hasta apenas 1.593 vehículos.
• Dinamarca: Se registró una caída del 49%, con 534 unidades.
• Noruega: Este país fue la excepción, con un incremento del 175% que llevó las matriculaciones a 6.215 unidades.

A pesar del sólido desempeño en Noruega, resulta insuficiente para compensar las fuertes caídas en los otros territorios. La evidencia sugiere que Tesla está cediendo cuota de mercado en Europa frente a una competencia cada vez más agresiva. Este patrón de debilidad no es exclusivo del viejo continente; en China, las entregas de Tesla hasta octubre habían retrocedido aproximadamente un 7% interanual, mientras rivales como Li Auto o Nio registraban avances.

La demoledora crítica de Michael Burry

En este contexto, Michael Burry, conocido por su exitosa apuesta contra el mercado inmobiliario estadounidense antes de la crisis financiera, ha emitido un juicio contundente. En su newsletter, calificó la valoración de Tesla como "ridículamente exagerada", señalando que cotiza con un ratio precio-beneficio cercano a 295, lo que considera "absurdamente sobrevaluado".

Burry centró su ataque en dos frentes principales. Primero, denunció la "agresiva dilución" del capital accionarial, estimando que Tesla diluye aproximadamente un 3,6% anual mediante compensaciones basadas en acciones, sin programas de recompra que lo contrarresten. Para ponerlo en perspectiva, Amazon presenta una dilución del 1,3%, y Palantir, conocida por esta práctica, alcanza el 4,6%.

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En segundo lugar, arremetió contra el potencial paquete de compensación de Elon Musk, valorado hasta en un billón de dólares, advirtiendo que garantizaría nuevas diluciones masivas en perjuicio de los accionistas actuales. Además, tachó el giro estratégico de la empresa hacia la robótica y la conducción autónoma de simple "cambio de narrativa", una maniobra para distraer la atención del debilitamiento de su negocio principal: la fabricación de automóviles.

Un analista defiende la tesis alcista, pero la realidad presiona

Frente a este pesimismo, algunos analistas mantienen su confianza. Stephen Gengaro de Stifel elevó su precio objetivo para la acción de 483 a 508 dólares, reiterando su recomendación de compra. Su valoración se sustenta en un modelo de "suma de las partes" que asigna un valor de 186 dólares por acción solo al software de conducción autónoma (Full-Self-Driving) y otros 158 dólares al futuro negocio de robotaxis. Gengaro anticipa que Tesla lanzará este servicio en grandes metrópolis para finales de 2025.

Sin embargo, esta visión optimista choca con indicadores financieros inmediatos. El margen operativo de la compañía se contrajo hasta el 5,8% en el tercer trimestre, frente al 10,8% del mismo periodo del año anterior. Las agresivas rebajas de precios están erosionando la rentabilidad sin lograr impulsar el volumen de manera proporcional. Con una capitalización bursátil de 1,42 billones de dólares, el valor de Tesla descansa en la ejecución perfecta de todos sus proyectos futuros; cualquier retraso o decepción podría golpear severamente la cotización.

El desenlace se decidirá en los próximos meses

Las semanas venideras serán cruciales. Tesla necesita un diciembre excepcionalmente fuerte para compensar los flojos datos de noviembre y cumplir con los objetivos trimestrales. Asimismo, el mercado aguarda con expectación el despliegue generalizado de la versión 14.1.7 de FSD, con la esperanza de que suponga un "momento ChatGPT" para la conducción autónoma.

La divergencia entre la narrativa de "IA y robotaxis" y los datos de ventas desalentadores en el negocio central es cada vez más amplia. La comunidad analítica está profundamente dividida: mientras UBS considera un valor justo de solo 215 dólares, Stifel defiende que supera los 500 dólares. La advertencia de Michael Burry podría ser el preludio de una dolorosa revaloración o, por el contrario, resultar prematura si Tesla consigue finalmente el ansiado avance en autonomía.

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